Necesidades Emocionales del Perro: La Confianza

Necesidades Emocionales del Perro: La Confianza

Hola amigos,

parece bastante obvio cuando escuchamos decir que queremos tener un perro en el que podamos confiar, supongo referido a que no nos muerda o rompa cosas de la casa pero seguro que muchos no habéis pensado en que vuestro perro también necesita poder confiar en vosotros.

¿Confía tu perro en ti?

Con este artículo, seguimos hablando de las necesidades emocionales de los perros, que como ya he ido repitiendo a lo largo de los otros artículos dedicados a este tema, es una cuestión básica para tener un perro equilibrado y feliz y prevenir o tratar problemas de conducta. Hoy quiero hablaros de la CONFIANZA que debe sentir un perro para estar equilibrado y sereno en relación con su entorno.

Así es, nuestro perro necesita confiar en nosotros y más frecuentemente de lo que os podáis pensar, se ponen a los perros en situaciones de estrés sin darnos cuenta, situaciones en las que ni siquiera reciben el apoyo emocional de sus dueños. Así es como se fomenta la desconfianza y es una de las bases u origen, de entre los que ya hemos hablado, de las alteraciones de conducta.

La clave de todo esto está en fomentar la comunicación con nuestro perro, reconocer las señales que nos manda, saber interpretarlas y darles la respuesta adecuada. De esta forma generaremos y alimentaremos la confianza entre nosotros.

Para entender qué situaciones le resultan difíciles o incómodas a nuestro perro, hay que tener en cuenta las formas de afrontar el día a día del perro en un entorno humano. Es decir, cuando a un perro se le plantean determinadas situaciones difíciles para él, que serán diferentes para cada animal, como puede ser pasear con la correa para algunos o que venga gente extraña a casa para otros, nuestra actitud para fomentar confianza en nuestro perro y que él pueda relajarse pasa por entender las señales que él está dando para poder resolver el conflicto lo antes posible. Si el animal se encuentra incómodo o inseguro, nos lo va a hacer saber de alguna manera y si le damos una respuesta negativa, castigando o reprimiendo la conducta, no solo no solucionamos el problema sino que inevitablemente generamos desconfianza.

Tenemos que fomentar la comunicación con nuestro perro, observar las señales que nos envía.

Si el perro no quiere saludar a otro o pasar por un determinado lugar, en definitiva, será porque no está preparado para afrontar ese reto, y un propietario que sepa leer esto y le dé el espacio que necesita, generará en el perro una mayor confianza que si le sometes o arrastras a un lugar donde el perro no quiera ir, que puede ser por mil motivos y desde luego se pueden ir trabajando, pero siempre respetando la capacidad del animal. Un perro que afronta una situación con inseguridad y sin poder confiar en nadie, ni en su dueño, es posible que tenga una reacción inesperada, que pegue un tirón y salga corriendo, por ejemplo, y eso es algo que todos queremos evitar y que se podría haber hecho analizando la situación y sabiendo leer las señales.

El perro es un ser gregario que necesita pertenecer a un grupo social y por lo tanto, esa pertenencia requiere de la confianza en todos los miembros del grupo, en el caso de la familia, el perro debe confiar en todos los miembros por igual para tener una actitud serena con todos por igual, independientemente que haya un referente o cabeza de familia al que esté más apegado.

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