En primer lugar, hay que tener en cuenta que hacer vomitar a tu perro en casa es una práctica poco aconsejable que sólo debes llevar a cabo en casos excepcionales. Si crees que tu perro ha ingerido algún alimento u objeto que puede hacerle daño, lo mejor es que lo lleves inmediatamente al veterinario. Si por algún motivo no puedes llevar a tu perro al veterinario después de haber ingerido, por ejemplo, un trozo grande de chocolate, un medicamento, o algún alimento que contenga cafeína, puedes intentar hacerle vomitar para que lo eche fuera de su organismo lo antes posible, y luego llevarle al veterinario.
Para hacer vomitar a tu perro, disuelve un poco de sal en agua en una cuchara pequeña.
Con cuidado, abre la boca de tu perro e introduce el agua con sal directamente en su garganta.
No te asustes, es normal si tu perro empieza a tener arcadas. Si al cabo de cinco minutos todavía no ha vomitado, puedes intentar repetir la operación una vez más.
Si lo intentas una vez más y el perro no ha vomitado, es mejor que lo lleves al veterinario para que lo mire. Aun que ante cualquier duda de enfermedad, siempre se recomienda llevar lo antes posible a tu mascota a un veterinario.