Volviendo a la Rutina

Volviendo a la Rutina

Cómo ayudar a tu perro (y él a ti) a superar la vuelta a la rutina.

Ya sea cuando volvemos de unas largas y merecidas vacaciones o de una pequeña escapada en las que nos ha acompañado nuestro perro, el cambio de rutina a la vuelta, nos afectará a todos, también a nuestros mejores amigos. Tenerlo en cuenta y actuar en consecuencia nos ayudará a evitar alteraciones en su conducta o cualquier malestar que pueda derivarse de ello.

 

Las claves para afrontar la vuelta a casa con nuestro perro son sencillamente tres:

 

  1. ADAPTACIÓN PROGRESIVA DE LAS RUTINAS

Unos días antes de volver, en el caso de las vacaciones de verano que suelen ser más largas, conviene ir adaptando sus rutinas (y las nuestras) a lo que serán después. Por ejemplo, ir adelantando la hora de levantarse o que empiece a dormir en su camita en vez de con nosotros, si es que se le ha dado esa opción en vacaciones.

  1. NO SER MUY DRÁSTICOS CON EL NIVEL DE ACTIVIDAD

En lo que se refiere al nivel de actividad hay que darse cuenta que no se puede pasar de días con salidas de tres, cuatro o incluso más horas a estar en casa encerrado con dos salidas cortas, como suele ser habitual. El cambio en el nivel de actividad puede conllevar una frustración de energía que desencadene en una alteración de conducta.

Podemos, como ya decíamos en el punto anterior, ir reduciendo los niveles de actividad los últimos días de vacaciones y, una vez en casa, esforzarnos por mantener un poco más altos de lo que sería habitual, con más paseos, de más duración o con alguna actividad especial, por ejemplo, al menos durante las primeras semanas. Otra cosa que podemos valorar es la de dejarle ciertos privilegios que tenía en vacaciones, como subirse al sofá por ejemplo, durante unos días ya en casa para que, como decimos, el cambio no sea demasiado drástico.

  1. SER UN EJEMPLO POSITIVO PARA NUESTRO PERRO

Nuestro perro es un reflejo de nuestras propias emociones, de ahí que se diga que los perros terminan pareciéndose a sus dueños y no solo físicamente 😉

Si nosotros nos tomamos la vuelta al trabajo o a los estudios con poco ánimo o frustración está claro que ésa será la energía que nuestro perro reciba y puede generar en él también estados de ansiedad o tristeza. Por eso nosotros mismos como personas pero también por la responsabilidad de tener a un ser a nuestro cargo (para muchos es como un hijo y, en este sentido sin duda, lo es) tenemos que saber afrontar estos cambios de situación con espíritu positivo, destacando los mejores aspectos y buscando nuevas actividades que disfrutar juntos.

 

Teniendo en cuenta estos tres aspectos, estoy seguro que la vuelta al cole o al trabajo después de las vacaciones de verano será solo el inicio de otro periodo diferente pero igualmente estimulante y divertido, para disfrutar con vuestros mejores amigos.

Palabra de educador canino.

Raúl Hernández.

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